¿Qué aspectos debes tener en cuenta para superar una inspección de trabajo sobre protecciones colectivas?
Evita sanciones y mejora la seguridad laboral asegurando que tus sistemas de protección colectiva cumplen la normativa.
Las inspecciones de trabajo no son solo un trámite: son una herramienta clave para garantizar la seguridad en el entorno laboral. En sectores como la construcción, mantenimiento industrial o trabajos en altura, las protecciones colectivas (como barandillas, redes o líneas de vida) son el primer punto que revisará cualquier inspector.
En este artículo te explicamos qué aspectos debes revisar para estar preparado y superar con éxito una inspección de trabajo centrada en sistemas de protección colectiva.
¿Qué son las protecciones colectivas y por qué son prioritarias?
Las protecciones colectivas son aquellos sistemas que protegen a todos los trabajadores expuestos a un riesgo, sin depender del comportamiento individual. Son prioritarias frente a las protecciones individuales, como arneses, según establece la normativa de prevención de riesgos laborales (Ley 31/1995 y RD 773/1997).
Ejemplos de protecciones colectivas:
- Barandillas de seguridad
- Redes de protección
- Cubiertas con acceso seguro
- Plataformas con protecciones perimetrales
- Líneas de vida
Puntos clave que revisará un inspector de trabajo
1. ¿Existen protecciones colectivas instaladas en todas las zonas necesarias?
El inspector verificará que en todas las zonas con riesgo de caída o de objetos desprendidos existan elementos de protección como barandillas, rodapiés o redes, y que estas no hayan sido retiradas temporalmente.
Consejo: Haz una revisión previa de accesos, cubiertas, bordes de forjado o zonas elevadas sin protección.
2. ¿Las protecciones colectivas cumplen con la normativa vigente?
El cumplimiento de normas como la UNE-EN ISO 14122-3 o la UNE-EN 13374 es esencial. El inspector puede pedirte:
- Certificados de conformidad del fabricante.
- Detalles técnicos: altura, resistencia, espaciado entre elementos.
- Manuales de instalación y mantenimiento.
Consejo: Revisa si las barandillas tienen altura mínima de 90 o 110 cm (según caída), resistencia estructural adecuada y rodapié de 10 cm si aplica.
3. ¿Han sido instaladas por personal cualificado y siguiendo el procedimiento correcto?
Las protecciones deben estar correctamente ancladas y sin signos de desgaste, deformación o montaje defectuoso.
Consejo: Ten a mano el parte de instalación firmado, fichas técnicas y registros de mantenimiento.
4. ¿Hay un plan de prevención actualizado donde se contemplen estas medidas?
El Plan de Seguridad y Salud debe detallar el uso de protecciones colectivas, su justificación técnica y los lugares donde están instaladas.
Consejo: Asegúrate de que los planos y descripciones del plan coincidan con la realidad actual de la obra o instalación.
5. ¿Se da prioridad real a la protección colectiva frente a la individual?
Uno de los errores más comunes es utilizar arneses sin justificación cuando sería posible instalar barandillas u otros sistemas colectivos. El inspector puede considerar esto una infracción si hay alternativas viables no implementadas.
Consejo: Documenta las razones por las que se usa EPIs si hay zonas sin protecciones colectivas y demuestra que no era técnicamente viable la instalación de estas.
Consecuencias de no cumplir con la normativa
Un incumplimiento puede acarrear sanciones graves o muy graves, con multas que van desde los 2.451 € hasta los 983.736 €, según la Ley sobre Infracciones y Sanciones en el Orden Social (LISOS).
Pero más allá de la sanción económica, lo realmente importante es que un fallo en estas medidas puede derivar en accidentes graves o mortales.
Recomendación final: haz una auditoría preventiva
No esperes a que llegue una inspección para comprobar si tus protecciones colectivas cumplen. Realiza una auditoría interna o externa y asegúrate de que todo está conforme a normativa.
En Seguridad Colectiva podemos ayudarte a verificar, instalar o renovar tus sistemas de protección colectiva para que estés completamente cubierto ante cualquier revisión.